Es una lastima que el menú lo hayan reducido casi a la mitad de lo que era antes. La comida sigue siendo rica, pero no se compara con la exquisitez de hace algunos años. El servicio es regular y el ambiente bueno, no excelente como años atrás. Su pan de banano que era muy bueno, hoy ha perdido el sabor de antaño y esta muy seco, se ha vuelto más comercial lastimosamente. Aún así el lugar se llena. Sus precios muy económicos.