Lindo lugar, con espacios abiertos y todo es dentro de una pérgola y jardín. La comida tardó más de lo usual en llegar y no estaba lleno el restaurante. Las pizzas espectaculares! Probamos dos distintas, una de camarones en salsa blanca y una de siete carnes. La atención de los meseros fue muy buena, las dos personas que nos atendieron fueron atentas y amables.