Toda una travesía en transporte y a pie para llegar pero la vista y la comida vale la pena. Probé el sándwich que al parecer es el más "solicitado" que era el de aguacate con queso y pesto que estaba muy bueno, acompañado de unas papas fritas que estaban crujientes por fuera y bien suaves por dentro. El tamaño de la comida es generoso para el precio. Recomiendo también los cocteles a Q20 de buenos sabores y con buena cantidad de alcohol.