Solía ser un gran lugar para desayunar. Sin embargo, ahora cambiaron tanto sus políticas que o vale la pena visitarlo. Primer, ya no hay panecillos de cortesía. Segundo, una taza de café y si deseas más te cobran. Finalmente, la atención cayó. Lamentable que un lugar que solía ser tan bueno sea ahora tan malo. Ojalá la gerencia lea esto y rectifique. Están sand oportunidad a la competencia.