El mesero se dio cuenta q me gusta tomarle foto a mi comida y me mandó a pedir mi sushi echa una obra de arte que quedó espectacular. No me quise hacer ilusiones pero el sabor superó mis expectativas. Todos los ingredientes súper frescos y la combinación divinamente calculada. Ni digamos lo hermoso q es el ambiente. La pasamos buenísimo con ganas de volver.