Rico, rico, rico, creo que es uno de los mejores lugares para comer algo en Oakland, la comida no me ha decepcionado, las crepas obviamente son muy buenas, pero en general toda la comida tiene un excelente sabor. El café es muy rico, al igual que las demás bebidas que ofrecen en el menú. El ambiente es ideal para conversar un momento, aunque es por decirlo de alguna manera, "abierto", todos pasan a los lados del lugar y muchos se quedan observando, pero es muy fresco y la atención es muy buena, lo recomiendo mucho.