Este restaurante Italiano es maravilloso, su arquitectura es similar a la de los restaurantes autóctonos 🇮🇹. Está ubicado en el Hatillo, cerca de la plaza no es tan fácil de ver porque la entrada es pequeña, luego de atravesar un pasillo bastante estrecho es que estás realmente en él. Hay que reservar con tiempo pues es bastante solicitado el lugar y pequeño. La comida es demasiado rica y la atención excelente, al llegar te sirven pan con aceite de oliva y queso parmesano, te ofrecen gran variedad de bebidas mientras piensas tú entrada y plato principal que en mi caso fueron: 1) Carpaccio de lomito 2) Medallones de lomito con champiñones y pasta cuatro quesos 3) Tinto de Verano Volvería sin dudarlo, es una muy buena experiencia gastronómica. Los precios son bastante atractivos sin embargo al estar allá te das cuenta que porcentaje del servicio es mas alto de lo usual por lo que debes tomarlo en cuenta al ir.

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