El menú es reducido, con pocas opciones, pero lo que tienen es excelente, desde pastas, carne o pescado. El menú cambia cada 20 días. Su chef Tony está presente, asegurándose que todo plato salga a la perfección. Muy bien presentados los platos y la atención de los mesoneros muy buena. El lugar es pequeño, por lo que hay que reservar.