Es un local agradable a la vista. Mucha gente pidiendo (niños d ela calle y personas mayores). Los pasteles de Belén son buenos. Las bombas aún les falta un poco. Los dulces no son malos pero no matan. En cuanto a la comida, he probado pocas cosas y en líneas generales es comida aceptable pero creo que les falta para generar experiencias.
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