Esperaba más de este sitio por la ubicación accesible y por estar en esa maravilla arquitectónica que es el Teresa Carreño, fui por unos tragos con amigos y la atención fue bastante informal, los precios altos, los cocteles de buen sabor pero sirven muy poco, la presentación es muy pobre. El ambiente y la estructura tienen potencial pero les falta originalidad y deben mejorar el servicio. Menú en hoja arrugada con protector de bolsa plástica, dejan mucho que desear, con esos precios, podrían dar más.