Me encantó la comida, quedan pocos restaurantes de buena comida china, el arroz frito con vegetales es delicioso, también el arroz frito con pollo. Las lumpias de queso divinas; probé las costillas en salsa de miel y ajonjolí y estaban ricas pero escasas de carne. El pollo con champiñones es suculento. Ambiente íntimo y agradable, la comida tardó un poco pero imagino que preparan todo al momento porque no había mucha clientela. Los precios bastante accesibles y hay donde estacionar.