Un lugar al que se puede ir con los ojos cerrados seguros de que la pasarán muy bien. La comida es divina, gustosa, abundante. Aunque pedimos el casabe q es un espectáculo y la ración ahora es una sola rueda pequeña de casabe, antes era más abundante. La atención es muy buena, el personal es agradable, cordial, respetuoso y de buen humor. El ambiente es súper chévere y hay opciones para diferentes presupuestos. Lo único q no me pareció bueno fue el precio de los refrescos, porque un refresco de botella q para este momento en muchos locales está en 9.000 aquí está x los 22.000 Bs me parecio exagerado siendo un refresco de botella. De resto todo muy bueno. Hay días q presentan música en vivo y los cantantes son muy buenos.