La comida es muy rica. Los pastelitos, aunque algo pequeños, los hacen al momento y tienen muchas opciones de rellenos. Los desayunos son grandes y deliciosos. He ido dos veces, la primera vez nos atendió una chica morena muy amable, que nos hizo recomendaciones, la segunda vez nos atendió un señor que parecía ser el encargado y fue bien antipático