Sigue siendo una buena opción para brunch dominicales, con el excelente grupo de jazz que ameniza en ese horario, y los platos muy ricos y resueltos. Ha aumentado de precios como todo sin disminuir la calidad. Hay terraza y bajo techo sin aire. El estacionamiento adyacente subió precios y no tiene punto de venta, pero los bien cuidados de la zona son diligentes y están pendientes de los carros. Lástima que mo aceptan descorches! Espero volver pronto!