Pequeño y acogedor. A veces hay que esperar mesa pero una vez dentro, la espera vale totalmente la pena. Todo el menú es increíble y los postres, ni hablar. Un regalo del cielo.
Pequeño y acogedor. A veces hay que esperar mesa pero una vez dentro, la espera vale totalmente la pena. Todo el menú es increíble y los postres, ni hablar. Un regalo del cielo.
Actualiza tu navegador para ver esta página correctamente. Actualizar mi navegador ahora