El lugar es bonito, bien decorado y con buen gusto. Si te sientas fuera, los ventiladores hacen bastante ruido. Relacionado con la comida, me pareció normal, nada extraordinario. La degustación de cremas no nos gusto, tenían mal sabor. Pedimos una ensalada que estaba bastante sabrosa, los sabores bien equilibrados. Los pinchos árabes, y el kibbe estaban correctos de sabor y presentación. La atención muy buena y esmerada.