Conserva los sabores de hace años. Los pescados son exquisitos y hay para el gusto de cada quien. Hay uno en particular que es una especie de pastel de pescado sobre tajadas y aguacate, rodeado con puré de papas, cubierto de queso y gratinado, ¡ese es mundial! El pan con ajo buenísimo. La atención realmente dedicada y, lo mejor del lugar, la vista hacia el mar. Los precios proporcionales a la calidad y a las porciones de los platos.