Es la primera Patana de Caracas, y mi favorita. Este concepto traído desde Mérida e insertado en pleno corazón de Chacao, ha calado tan bien desde el principio que el local ha sobrevivido a tiempos políticos y sociales tumultuosos, creo que tiene que ver con la buena vibra y carácter solidario de los dueños y su personal, también por sus precios razonables, pizzas autenticas, tragos honestos y el agradable ambiente, que en sus primeros años recibía al cliente con un shot “simonero” por la casa y así te preparabas para hacer tu pedido. El ambiente es de calidez, con iluminación tenue, la atención es muy amable, la gente que visita el sitio es del tipo bohemia y multi-etáreay y cuando hay música en vivo se siente como un concierto tipo íntimo. Una limitante para este local sería el cierre del estacionamiento a la media noche, por lo que se recomienda llegar temprano, tanto para obtener una mesa, como para que “rinda” la noche, Arriba Pataneros!!!