Una muy interesante propuesta. Los sabores de las pizzas muy creativos y deliciosos, sin olvidar los clásicos. Una de mis favoritas fue la que tiene chips de papas, la alemana y la de la casa, que tiene ajoporro y tocineta. El flujo de pizzas se mantuvo pero llegó un momento en que empezaron a repetir los sabores a pesar de que nos dijeron que habían muchos más. El ambiente es muy bonito y mucho más moderno de lo que la fachada podría sugerir, y la música siempre estuvo sorprendentemente decente, al menos el tiempo que duré allí. El servicio es probablemente uno de los mejores de la ciudad, si es que no el mejor. Tal vez tuvimos suerte porque no éramos muchos en el restaurante y todos estaban pendientes de nosotros, a pesar de que era viernes en la noche. Totalmente recomendable!

• 
•