El Fetuccine es uno de esos clasicos de la ciudad de Caracas que nunca mueren. Renovado hace unos años, ahora tiene un ambiente mas familiar, otrora al que tenia, mas parecido a una tasca de los viejos tiempos. Las pastas son muy buenas y guardan relacion "calidad - precio", los mesoneros son atentos en lo que cabe, y es un lugar para comer sin pensarlo si la necesidad urge y estas por las cercanias. Volvere.