Este local de comida rápida mexicana está ubicado en el estacionamiento del centro comercial, lo que provee un acceso seguro para los comensales. Fiel al concepto de "bala fría" el lugar despunta con una buena oferta de platos archiconocidos de la comida internacionalizada y patentada de los mexicanos. Ofrecen los platos individuales y combos preparados para degustar que se mantienen gravitando en los límites de la relación calidad-precio. El tiempo de espera variará según la cantidad de visitantes al momento. Es aceptable la sazón de los platos, en ocasión pareciera todo un armazón homógeneo sin diversidad (ensalada de lechugas, los tomates, la misma carne base, las salsas) , cuestión que es perdonada por el hecho de ser un "carrito de comida". Los platos individuales no están bien provisionados. La quesadilla es simplona, el queso usado estaba un poco agrio y sin sabor. Recomiendo pedir platos por combos. Un lugar para variar y disfrutar de una bala fría.