Fuimos ayer domingo a almorzar y tanto el ambiente como el servicio estuvieron geniales...La comida súper rica aunque para mí esposo la ración estuvo algo reducida..Fuimos con los dos niños y le dieron colores y una hoja con dibujos para colorear;esto es algo que extrañamente sucede en un restaurante actualmente..Nos dieron por la casa unas tostadas con dos cremas de la casa (pimentón y perejil) y estaban divinas..Es un clásico restaurante cuyo ambiente es acogedor y familiar; nada extravagante..En cuanto a la comida los platos vienen cargados de sabores diferentes y fuertes por sus ingredientes que en su totalidad te dejan con satisfacción al paladar..Volvería y lo recomiendo..