El mejor árabe de Caracas, fiel a su calidad tradicional. Toda su carta es recomendable con sus cremas de textura perfecta, su inmejorable falafel, su kibbe crudo o frito. La atención siempre buena y esmerada, el ambiente tranquilo ideal para disfrutar de una buena comida. Mi primera opción en comida del medio oriente. No defrauda y siempre grato de visitar.