He ido en dos oportunidades, la primera vez iba muchas personas porque los precios realmente son económicos y los platos estaban bien resueltos. La segunda vez fue terrible, no tenían casi nada y la verdad subió el doble el precio, el detalle no era eso sino que no tenían nada prácticamente. De igual manera los mesonejos son amables y los platos salen relativamente rápidos, de igual manera sigue siendo un lugar triple b en Altamira.