Pastelería y restorán que -efectivamente- tiene un molde diferente. Pocos puestos de estacionamiento, pero tienen valet. Posee tres áreas donde cada quien anticipa lo que va a comer ante el cajero (primero hay que ver qué hay para ordenar), una vez que pagues, pides lo que anticipaste con el cajero en alguna de las tres áreas: comida caliente, café o dulces. Lamentablemente, NO puedes pedir todo a un solo ser humano, sino desplazarte por las tres áreas. Después: a buscar puesto con tu bandeja en la mano. Dos espacios para comer: de pie o sentado. El área de mesas posee unos 40 puestos en 10 mesas. En resumen el servicio NO es excelente. Pero, lo medular, la comida y dulces, estaban muy bien elaborados y frescos. La decoración es original, inmaculada. La experiencia fue muy buena.