Este sitio es muy bueno para ir en familia a comer carne. El ambiente no es nada lujoso, pero el sabor de sus carnes compensa todo. Es cierto que sales oliendo a humo, pero es parte de la experiencia: te llevan tu parrilla con los carbones encendidos, así que tú mismo decides cómo quieres la carne. La mejor parrilla es la argentina porque trae de todo, y la ración de costillas también es muy buena opción, son divinas! El servicio es súper rápido y en resumen ofrecen una buena relación precio/valor.