Me gusta el espíritu del restaurante por su producción interna del pan, su huerto y otros productos. La comida muy buena en términos generales, aunque algo salada la mantequilla. El pan fresco y muy divino por ser preparado en casa. La atención particularmente tuvo sus defectos, el mesonero se desesperó ante la decisión de mi esposa en la escogencia y esos detalles arruinan la visita. El ambiente muy bueno!