Al sitio le hicieron una pequeña remodelación y les quedó muy bien. La comida como siempre estaba rica aunque tuve problemas con las temperaturas. De entrada las gambas tempurizadas estuvieron divinas y el Pad Thai aunque llegó tibio, tenía buen sabor. Eso si, el servicio lento y descuidado, y como era jueves, estaba super ruidoso pero, sigue siendo un sitio acogedor y la terraza es muy sabrosa.