Una sucursal mediana de la bastante conocida panadería Danubio, que cumple con los cachitos, jugos y, en especial, una muy buena pastelería. El café sale bien hecho y el jugo de naranjas lo preparan al momento. El mousse de parchita es obligatorio. El ambiente no es su fuerte, pues la ubicación en una esquina del centro comercial mantiene el sitio algo ruidoso y la cola (fila) eterna para pagar se hace molesta en ocasiones. Pero los cachitos son generosos y los dulces nunca dejan mal.
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