Aquí TODO es exquisito. La hermosa vista de montaña, cielo y mar combinadas con una comida que transporta a otro lugar del disfrute que se tiene, uno mejor que otro. Estar en Granja Natalia es escapar al país de las maravillas gastronómico. Mi única queja es que el transporte tardó una más de lo esperado y por el clima me mojé, no recibimos disculpa de su parte sin embargo en el restaurante el personal, la comida y la vista hizo que todo pasara.