Este lugar ofrece unos característicos sabores amazónicos que pintan ser su principal atractivo pero dependerá del gusto de cada persona. Habían 4 de ellos y no quisimos aventurar, por lo que pedimos degustar. Nos decidimos por el copoazú que tenía sabor a varias frutas dulces. La textura de los helados es buena y las porciones abundantes. La atención no se de que depende, es desordenada y con nosotros fue poco amable. El local estaba sucio, no volvería.