Nada del otro mundo, para ser sinceros. La focaccia es rescatable. La pasta pesto la sirven picada, la pechuga de pollo estaba bien cocida y sazonada, con contornos de arroz (amarillo, muy bueno, sin mucha sal) y ensalada mixta (90% lechugas y cebolla). Los batidos: de melón estaba bien, la limonada, pues, nada trascendental. No volveré porque cobran el 10% del servicio junto con la factura, cosa que no me gustó.