A pesar del espacio pequeño, ofrece dos ambientes totalmente distintos, afuera bajo la sombra de los árboles, como en el patio de la casa, o adentro elegante, tranquilo. Es un lugar perfecto para olvidar los problemas del día a día y deleitarse con comida italiana hecha a la perfección. Elegancia siempre con un toque casual. La atención es impecable. Recomiendo el risotto con aceite de trufas.