Tenía mucho tiempo sin visitarlos, la verdad que mantiene la excelencia que los ha caracterizado desde hace años: excelente atención, la cocina con alto estándar de calidad (la sopa de tomate, y el rack de cordero espectaculares), me gustó mucho el ambiente con un grupo de Bossanova y la barista ofreciendo valor agregado, para hacer de la visita una experiencia integral... Los precios elevados, pero bien vale la pena para ocasiones especiales o darse un buen gusto...