Una iniciativa fantástica, todas las paletas son divinas y hay una inmensa variedad para todos los gustos. La atención es agradable, el ambiente muy sencillo. Más que todo, se trata de elegir la paleta que se quiera, y pasear un rato por el centro comercial Santa Fé. Los precios me parecen un poco elevados, pero muy bueno el concepto del local. Las últimas veces que he ido no hay punto para débito, esto para mí es algo crítico ya que te quita comodidad para comprar. De resto, lo demás está súper.