Aunque la idea es buena, en la práctica, las pizzas llegan frías a la mesa -se comprende luego de que pasean por 5 mesas antes de llegar a la tuya-. La masa queda muy blanca y la calidad de la mozzarela deja mucho que desear. No soy fanática de la carne mechada, el aguacate, o el plátano en las pizzas, así que les recomiendo mantenerse con los ingredientes más tradicionales. El ambiente es agradable y los meseros muy atentos... El valet parking es una gran ventaja en El Hatillo