Ambiente familiar y acogedor. Personal atento. La comida tiene el toque hogareño, muy recomendados los gnocchis de auyama. Los postres son lo mejor, sus cannolis frescos son una maravilla. Lo único es que el menú varía un poco y no siempre tienen todo lo que se muestra en las redes, se debe estar atento a los distintos festivales temáticos donde ofrecen platos especiales.