Es un restaurante estándar de la comida cantonesa. Tiene buen ambiente y servicio pero siempre está full y se genera un ruido desagradable en ocasiones. Recomiendo el plato de degustación con vieiras, costillas a la sal y pimienta, bolas de langostino, lomito con jengibre y cebollín. No pueden pelar los fideos de arroz singapur.