Marrakech resulto ser nuestra mejor opcion, al buscar por los palos grandes algo diferente. No solo nos encanto el plato de degustacion, muy completo, gustoso y suficiente para dos personas; sino que nos cautivo la atencion brindada. No se perdio detalle. Aunque el mesonero no era marroqui nos transmitio todos los por menores y tradiciones. El ambiente es sencillo, limpio y a la vez se crea una atmosfera que te traslada a otro lugar. 100% recomendado.