De mis restaurantes favoritos italianos de Caracas! La comida es casera y divina. La salsa que te colocan con el pan es increíble. El risotto de langostinos con aceite de trufa es espectacular, las pastas rellenas también, todo muy fresco. Entre los postres, el merengón de fresas es muy bueno (recomiendo pedir que se los guarden llegando porque siempre se acaba), en su defecto el pie de limón, también es bueno. No se puede reservar, las esperas usualmente son un poco largas y tediosas pero valen la pena. El lugar es sencillo e informal. Recomendación: llegar a las 12 en punto que abren. Ojo: no abren en las noches. El precio es bastante accesible.