Es una lástima que no hayan renovado la sazón de sus platillos como lo hicieron con el local. Se ha puesto cuesta arriba encontrar en La Candelaria, un buen restaurante de gastronomía española ( salvo La Carabela y el ya cerrado Bar Basque). Lo único simpático del lugar, es su portero que es un personaje muy amable y pintoresco al vestir