Es un restaurante amable, una decoración sencilla y agradable, local abierto a esa magia que es Galipan, que es la única decoración que queremos ver. El Trato es amable pero le falta detalle por parte de la gerencia para la atención de la mesa. la falta de platos en el servicio y la calidad de los cubiertos deja mucho que desear. (deben colocar platos auxiliares cuando se piden entradas para compartir) trata de ser un servicio gourmet con platos dirigidos que deja algo que desear, Lo único que recomiendo son la ensalada Thai, la crema de Auyama y el cochino a la leña y los helados con frutas (fresa o melocotón). el precio incluyendo descorche de vinos es de 5.000,00 por persona. Con pequeños detalle para corregir podría llegar a ser un buena alternativa para repetir.