Como pocos sitios, combina lo acogedor de una casa familiar con la sencilla elegancia de un restaurante de alta cocina. La atención es esmerada pero se debe ser paciente en horas ajetreadas. Para el DESAYUNO ofrecen rica variedad desde los propios jugos naturales. Tienen empanadas de maíz pilado y excelentes opciones de omelettes, huevos al sartén (con sofrito y chorizo). Pero el premio se lo llevan las arepas, suaves, tostadas, que incorporan en la masa maíz pilado y queso. Son altamente adictivas y se pueden degustar con ricos guisos y otros acompañantes. Para ALMUERZO o CENA, ofrecen -en menú conciso como debe ser en los buenos restaurantes- desde platos de la comida venezolana como asado negro, hasta tarkarí de cordero. De postre no dejen de probar la torta de queso criollo.