Lo más destacable es la preciosa vista: la neblina va y viene, pero cuando va te deja ver la pared de roca de El Picacho y el litoral... y si esperas el atardecer, lo más seguro es que veas un espectáculo de nubes, luces y colores... 1000% recomendado para el romance. He comido en mejores lugares, pero mi plato fuerte estuvo muy rico (un lomito al champiñón con reducción de vino tinto)... le pondría más cariño a los postres. El servicio me pareció normal, pero los platos con el nombre del lugar le dan su toque de distinción.