Definitivamente un lugar para comer Conejo al Salmorejo con la familia y pasarlo muy bien. Lo acompañamos con una sangría de vino tinto, la cual estaba en su punto. El conejo y la ensalada de acompañante estaban excelentes, sin embargo la Torta Tres Leches y la de Chocolate, que se pidieron como postres estaban un poco secas. El servicio estuvo a la altura y le dio un toque distintivo a la ocasión que todos los presentes apreciaron. Vale la pena que los propietarios inviertan en hacerles mejoras a los baños, que dejaban mucho que desear. La verdad es que el aspecto y el olor de los mismos no tienen nada que envidiarle a los de una carretera. Espero regresar de nuevo con la familia en otra oportunidad.