Bueno cabe resaltar que este lugar estuvo siempre de primero en la lista de restaurantes japoneses tanto por su calidad, variedad gastronómica y ambiente hasta mi ultima visita, que dejó mucho que desear y cuestionando seriamente si volvería de nuevo. La carta sigue siendo la misma pero mucho de sus platos no los tienen disponibles, eso se ha convertido en un común denominador digamos que por temas situación país y escazes y de cierta manera se trata de entender. Los roles que ordene ese día sumamente regulares en cuanto a sabor y presentación para nada dignos de la fama de este restaurant; Los precio: ahí es cuando se pierde toda razón y caemos en un contexto absurdo. No justifico lo que pague esa noche por una cena tan sencilla en cuanto a gusto culinario, presentación y servicio. Lo platos no eran nada del otro mundo, y no tenían absolutamente nada que envidiarles a cualquier otro establecimiento japonés de menor clasificación gastronomía, que le dieran un significado real a los costos presentados. En pocas palabras absurdamente caro para la calidad del producto, en la ciudad hay mejores alternativas a costos mas ajustados que las de Fugu, a mi parecer. El ambiente pues es su único fuerte para mi hoy en día, un sitio agradable pero no mas de allí.