Un lugar nada ostentosos a decir verdad bastante sencillo, limpio y frío. La comida es buena, no hay discusión que son las mejores tostadas de Caracas, siempre crujientes y hechas al momento, los demás platos a mi parecer bastante regulares sin mucho valor agregado. En cuanto a la atención si deja mucho que desear; mal encarados y de poco hablar. Aceptan solo efectivo y cheques solo para montos altos, según ellos no han venido a instalarles el punto de venta, pero tienen años con esa excusa. En cuanto a precio me parece que existe un real desbalance monto valor, es un sitio caro. Vale la pena probarlos pero no considero que sea un lugar que provoque visitar con frecuencia.