Decepción!!! Segunda visita que hacíamos con la expectativa de disfrutar de la interesante propuesta de la carta de fusión venezolano-mediterránea. La ensalada de tomate de árbol preparada sin alma, casi nada de aderezo, elementos cortados y puestos en el plato simplemente, el principal bueno y el postre sabroso, pero sin ninguna gracia, torticas de queso de cabra con una pintadita de salsa en el plato que no era suficiente para probarla. El servicio muy lento, había una mesa con un evento que, como se dice en el argot "abolló" a las tres personas que atendían el salón. Pero lo peor fue al pedir la cuenta, con factura personalizada, tardaron más de 20 minutos en traerla, y oh! sorpresa se había dañado la máquina facturadora y tenían que hacerla a mano, luego de 10 minutos más la trajeron pero sin el detalle de los consumos, solicitamos el detalle porque la cuenta nos pareció exagerada, 3800 Bs. por cuatro copas de vino blanco, una entrada, un principal, dos botellitas de agua y dos cafés, y tardaban otra vez, pasados 25 minutos nos retiramos sin esperar la factura. Lástima, salieron perdiendo los mesoneros que no obtuvieron su propina. No los volveré a visitar. Perdieron dos buenos clientes.