Un restaurante de carne de larga data que nació en la Francisco de Miranda hace muchísimos años. Especialistas en carne. Excelentes ambientes. Su ultimo salón con los caldos a la vista una belleza. Buenos cortes. El whisky corre como agua entre sus asiduos comensales. Su baby beef, punta trasera y parrilla mixta excelente. Un poco ruidoso. Su barra es muy cálida con clientes fijos. El pollo deshuesado a la parrilla de muslo y entre muslo es excelente. Buena bodega de vinos. De jóvenes propietarios portugueses para variar con buen gusto. La pasaran muy bien...