Excelente gastronomia, pero altisimos precios y pobre ambiente. Fui a desayunar un dia entre semana abriendo la pasteleria. Tanto el cafe como el pastel de pollos estuvieron geniales, sin embargo la cheesecake de melocoton, aunque sabia bien, era más un mousse o panacotta, jamás la contextura de una cheseecake. La atencion, normal. El ambiente me pareció muy oscuro, descuidado y anticuado, deberían mejorar eso. Mi mayor sorpresa fue a la hora de pagar, cuando la factura fue tan alta que no sabía si estaba pagando un desayuno, o una cena para dos personas. No estoy seguro si volveria.